Si es dueño de un gato, probablemente sepa lo frustrante que puede resultar lidiar con los molestos ácaros del oído. Aunque no existe una forma segura de garantizar que tu gato nunca tenga ácaros, la buena noticia es que puedes reducir el riesgo.
La prevención de los ácaros del oído consiste en mantener un entorno limpio, vigilar la salud de su gato y ser proactivo en su cuidado.
Para obtener una guía más detallada sobre la identificación, el tratamiento y la recuperación de los ácaros del oído, no dude en consultar nuestra guía completa de ácaros del oído aquí.
👉Los ácaros del oído en los gatos: Guía de síntomas, tratamiento y prevención
En este artículo, repasaremos algunas estrategias de prevención sencillas pero eficaces para mantener a raya a los ácaros del oído.
Mantener a raya a los ácaros del oído
Aunque no hay una forma segura de garantizar que su gato nunca tendrá ácaros del oído (recuerde, son comunes y pueden ocurrirle a los mejores gatos), definitivamente puede reducir el riesgo. He aquí algunos consejos prácticos de prevención y mantenimiento para mantener alejados a los ácaros del oído o detectarlos a tiempo:
Revisiones periódicas del oído
Acostúmbrese a revise rutinariamente las orejas de su gatosobre todo si salen al exterior o se relacionan con otros animales. No es necesario hacer nada invasivo, basta con mirar dentro de cada oreja una vez a la semana más o menos.
La piel debe ser de color rosa pálido, estar limpia y tener muy poca cera. Si ves mucha cera acumulada, restos oscuros, enrojecimiento o si tu gato reacciona de forma sensible cuando le tocas la oreja, es el momento de investigar más a fondo o de que un veterinario le eche un vistazo.
La detección precoz de los ácaros del oído facilita el tratamiento.
Manténgase al día con los antiparasitarios
Muchos meses productos antipulgas para gatos también protegen contra los ácaros del oído (así como contra garrapatas o gusanos). Pregunte a su veterinario si su gato podría beneficiarse de un preventivo de amplio espectro.
Su uso regular puede reducir en gran medida la posibilidad de una infestación por ácaros del oído, especialmente en gatos de alto riesgo (gatos de exterior, gatos que socializan con otros, gatitos de refugios, etc.).
El uso constante de este tipo de preventivos se cita como una estrategia eficaz para prevenir los ácaros en entornos de alto riesgo.
Cuidado con las nuevas incorporaciones
Si vas a traer un nuevo gato o gatito a tu casa, llevarlos al veterinario y examinarles las orejas como parte del proceso de introducción.
Incluso puede ser aconsejable mantener al recién llegado separado de sus otras mascotas durante una o dos semanas hasta que se solucione cualquier problema de salud. Este periodo de cuarentena puede evitar la propagación involuntaria de ácaros del oído (u otras enfermedades contagiosas) a las mascotas residentes.
Muchos refugios tratan a todos sus gatos contra los ácaros del oído como medida de precaución, pero no es una garantía.
Por lo tanto, sea precavido con los nuevos miembros peludos de la familia: un tratamiento rápido contra los ácaros del oído para un gatito nuevo, aunque no esté confirmado, puede ser a veces una medida preventiva si procede de un entorno de alto riesgo.
Limpieza medioambiental
Aunque el contacto directo es la principal vía de propagación de los ácaros, no olvide limpie el entorno de su gato especialmente durante y después de un episodio de ácaros del oído. Lava la ropa de cama, las mantas y los juguetes de peluche con agua caliente.
Aspira las alfombras y los muebles donde al gato le gusta descansar. Los ácaros no sobreviven mucho tiempo fuera del hogar, pero una buena limpieza puede eliminar cualquier rezagado y, lo que es más importante, eliminar los huevos que podrían estar esperando para hacer autostop a una mascota.
Si su gato tenía ácaros en las orejas, asuma que algunos pueden haber caído en el ambiente y haga una limpieza a fondo para evitar un rebrote.
Evitar el contacto con animales desconocidos
Esto se aplica más bien a los gatos que viven en el exterior o que acuden a lugares con otros animales (peluquerías, residencias caninas, exposiciones felinas, etc.). Aunque no puedes aislar completamente a tu gato (y no querrías hacerlo, la socialización es buena), ten cuidado en las zonas de alto riesgo.
Por ejemplo, si sabe que el gato de un amigo tiene ácaros en las orejas, espere a que esté tratado antes de organizar una cita para jugar con él. En la peluquería o en el centro de acogida, no tengas reparos en preguntar cómo previenen la propagación de enfermedades como los ácaros del oído (los buenos centros tienen protocolos).
Revisiones veterinarias rutinarias
Durante el examen veterinario anual o bianual de su gato, el veterinario suele revisar los oídos como parte del examen físico. Esta es una gran oportunidad para detectar cualquier problema de oídos en desarrollo.
A veces, los gatos pueden tener un caso leve de ácaros que aún no has notado; un veterinario podría detectar los restos a tiempo. Si te mantienes al día con las revisiones, nada se te escapará de las manos.
Higiene con objetos compartidos
En los hogares con varias mascotas, lave con regularidad los objetos que comparten (ropa de cama, juguetes, incluso el transportín del gato o sus propias mantas si las mascotas duermen en su cama). Esto no es sólo para los ácaros del oído, sino una buena práctica general para minimizar la transmisión de pulgas, ácaros, hongos, etc., entre las mascotas.
No tomar medicamentos contra los ácaros sin prescripción veterinaria
Existen tratamientos de venta libre contra los ácaros del oído, pero hay que tener cuidado. Algunos pueden ser agresivos o poco eficaces, y pueden enmascarar los síntomas sin resolver por completo el problema.
Si quieres usar algo como preventivo (por ejemplo, si sospechas que hay ácaros pero no estás seguro), lo mejor es que consultes a tu veterinario. Algunos productos indicados para perros pueden ser peligrosos para los gatos, así que nunca apliques un producto para perros a un gato.
Recuperación y expectativas tras el tratamiento
Tratar con éxito los ácaros del oído es un alivio, pero cabe preguntarse, ¿Y ahora qué? ¿Cómo sabrá que su gato está realmente mejor y qué debe hacer (o no hacer) durante el periodo de recuperación? He aquí un resumen de lo que puede esperar:
Alivio de los síntomas
En la mayoría de los casos, notará que el bienestar de su gato mejora a los pocos días de iniciar un tratamiento eficaz. Debería rascarse menos, sacudir menos la cabeza y, en general, parecer más tranquilo.
Si sus orejas estaban muy rojas e inflamadas, es posible que el enrojecimiento empiece a desaparecer al cabo de una semana. El mal olor puede disiparse a medida que desaparece la infección.
Ten en cuenta que es normal que quede algo de picor residual mientras se curan las orejas, igual que puede picar un poco una herida que se está curando. Pero el el picor intenso debería disminuir significativamente.
Duración del tratamiento
Como ya se ha mencionado, prevea un tratamiento de al menos 3 semanas para asegurarse de que todos los ácaros (y sus huevos) han desaparecido. Incluso con tratamientos únicos, el plazo de recuperación es de unas pocas semanas.
Durante este tiempo, siga todas las instrucciones - Por ejemplo, si le das gotas para los oídos durante 10 días, haz los 10 días completos. Si le ha dado un medicamento de una sola toma, marque en su calendario cualquier dosis o control de seguimiento.
No detenerse antes de tiempoIncluso si su gato parece estar bien al cabo de una semana. Muchas veces, la interrupción precoz del tratamiento provoca una recaída porque algunos huevos o ácaros juveniles sobreviven y provocan un nuevo brote.
Como nos recuerda un recurso, es tentador parar cuando se resuelven los síntomas, pero hay que completar todo el tratamiento para evitar recaídas.
Visita de seguimiento al veterinario
Si su veterinario le ha pedido una revisión, acuda a ella. En la revisión, el veterinario volverá a examinar los oídos y posiblemente repetirá el frotis para asegurarse de que no hay ácaros. Esta es también su oportunidad para hacer preguntas o informar de cualquier cosa inusual (como si su gato sigue rascándose o si ha tenido problemas para administrarle la medicación).
Limpieza y cuidado
Continúe con cualquier rutina de limpieza de oídos según lo prescrito. A lo largo de las semanas posteriores al tratamiento, debería ver cada vez menos restos cuando se limpie.
Si al cabo de un par de semanas sigue saliendo mucha mugre, informa a tu veterinario: o bien los ácaros no han desaparecido del todo o bien hay una infección en curso que podría necesitar cuidados adicionales.
Limpia con suavidad; el oído estará un poco sensible mientras se recupera de toda esa inflamación.
TLC emocional
Su gato ha pasado por un momento incómodo. Ahora que se encuentra mejor, préstale mucha atención positiva y tranquilízale.
Es posible que no le guste que le toquen las orejas después de todos esos tratamientos, así que trabaje para que las orejas vuelvan a ser algo positivo: masajes suaves en las orejas (cuando estén curadas), seguidos de golosinas y elogios, para volver a asociar el tacto con el cariño, no con la medicina.
Esto te ayudará si tienes que volver a medicar sus oídos en el futuro.
Supervisión
Durante las semanas posteriores al tratamiento, vigila (y escucha) a tu gatito. Si nota que vuelve a sacudir la cabeza o a rascarse, no espere: hágalo examinar de inmediato. A veces es necesaria una segunda ronda de tratamiento, o podría haber otro problema en juego.
Observe también si su gato parece no oír bien (no responde a los sonidos como de costumbre) o si tiene problemas de inclinación de la cabeza o de equilibrio; si observa estos síntomas, informe a su veterinario, ya que podrían indicar una infección más profunda que requiere atención.
Conclusión
Aunque es imposible garantizar que su gato nunca tendrá ácaros del oído, estos medidas preventivas puede reducir significativamente el riesgo.
Las revisiones periódicas de los oídos, el uso de antiparasitarios, el mantenimiento de un entorno limpio y la limitación de la exposición a animales potencialmente infectados son medidas proactivas que puede tomar. Y no olvides la importancia de las revisiones veterinarias rutinarias.
Incluso con los mejores esfuerzos de prevención, los ácaros del oído pueden colarse de vez en cuando, pero si lo hacen, estará preparado para detectarlos a tiempo y mantener a su gato cómodo.
Para una guía más detallada sobre los ácaros del oído, consulte nuestra guía completa aquí. Recuerda, la prevención es el mejor enfoqueY con estos consejos, ya estás un paso por delante para mantener a tu gato seguro y sano.
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PREGUNTAS FRECUENTES
¿Con qué frecuencia debo revisar las orejas de mi gato en busca de ácaros?
Es una buena costumbre revisar los oídos de su gato al menos una vez a la semana. Busque signos como restos oscuros, enrojecimiento o exceso de cera. La detección precoz es crucial para evitar que los ácaros del oído se conviertan en un problema mayor.
¿Se pueden prevenir los ácaros del oído en los gatos de exterior?
Aunque es difícil garantizar que los gatos que viven en el exterior no contraigan nunca ácaros del oído, el uso regular de antiparasitarios puede reducir significativamente las posibilidades de infestación. Mantener los oídos del gato limpios y revisarlos con frecuencia también puede ayudar a detectar los ácaros del oído a tiempo.
¿Es necesario tratar a todas las mascotas de la casa si un gato tiene ácaros del oído?
Sí, es una buena idea tratar a todas las mascotas de la casa para evitar que los ácaros del oído se propaguen. Los ácaros son muy contagiosos, y otras mascotas pueden haber estado expuestas al gato infectado aunque no muestren síntomas.
¿Son seguros los tratamientos sin receta para los ácaros del oído en los gatos?
Aunque existen algunos tratamientos de venta libre, pueden ser ineficaces o incluso perjudiciales. Siempre es mejor consultar con su veterinario antes de utilizar cualquier tratamiento en su gato.
¿Los ácaros del oído pueden contagiarse a otros animales?
Sí, los ácaros del oído pueden contagiarse a otros animales, sobre todo en los hogares con varias mascotas. El contacto directo o los espacios compartidos, como la cama y los utensilios de aseo, pueden provocar la transmisión. Si se diagnostica a una mascota, es aconsejable tratar a todas las mascotas de la casa.
Referencias
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